VISITAS: La Ermita de San Juan del Monte permanece abierta al público todos los domingos del año de 10:00 a 13:00 horas. 

La actual Ermita de San Juan del Monte es una gruta natural del Monte de Miranda que empezó a utilizarse como lugar de culto tras el desmantelamiento de la antigua ermita, ordenado por el Arzobispo de Burgos, don Juan Antonio de los Tueros, el 12 de marzo de 1794. Parte de la población mirandesa trasladó los objetos de culto del antiguo templo a esta improvisada ermita rupestre. No fue hasta los años 20 del siglo XX, con la ya creada Cofradía de San Juan del Monte, cuando se llevaron a cabo trabajos para mejorar el camino de acceso a la ermita y se amplió el recinto externo a la gruta para dotar de mayor capacidad, creando un muro de contención. Han sido numerosas las mejoras en el camino y las adaptaciones para mejorar la accesibilidad y el espacio a la afluencia de romeros a la ermita, incluyendo la colocación de las antiguas barandillas del mirandés Puente de Carlos III, así como la creación de miradores, como el denominado "Los del Santo", grupo de cofrades que se ocupa de realizar todos estos trabajos de mejora en la Ermita y la mantienen en óptimas condiciones. En el año 2003 se colocó la campana, denominada "La Ferroviaria", debido a que era la que servía de señal a los trabajadores de los talleres ferroviarios mirandeses, en un claro guiño a la tradición de Miranda con el ferrocarril.

En el interior de la Ermita encontramos un pequeño retablo barroco, trasladado en 1939 desde el cercano Monasterio de Santa María la Imperial de Obarenes. En la actualidad, la hornacina contiene la imagen de ermitaño de San Juan del Monte, realizado en madera sin policromar por José Antonio Pereda Nograro en el año 2000. Es la imagen que preside la Ermita y la que se baja y venera en Miranda durante las Fiestas de San Juan del Monte. Sin embargo, con anterioridad cumplió con este propósito otra de las imágenes que hay en la gruta, ejecutada por el párroco Javier Sáez en 1981, que presenta una talla del Santo como ermitaño, en madera sin policromar. Pero hasta esa fecha, la imagen que representaba a San Juan del Monte era una talla de San Juan Evangelista, obra barroca del siglo XVII que se halla también en la Ermita, pero repintada en años recientes. Acompaña a esta imaginería otra escultura de San Juan Bautista, también barroca del siglo XVII, otra talla en madera conocida como "El Manro", que ha perdido buena parte de su volumen, pero que parece ser dedicada al Bautista, y una talla gótica (siglo XIV) de la Virgen María, a la que le falta el Niño Jesús. Completan el exorno artístico un Ángel tenante de factura romanista (finales s. XVI - principios s. XVII) y sendas esculturas de santos, realizados a finales de la Edad Media.

ANTIGUA ERMITA

El antiguo templo dedicado a San Juan del Monte se hallaba en una ubicación distinta a la actual gruta que se utiliza como ermita. Desconocemos su origen y características, siendo objeto de debate el lugar exacto donde se encontraba. Se conocen datos sobre reparaciones o conflictos sobre la jurisdicción del territorio con el Monasterio de Herrera, así como la existencia de personas que tuvieron el cargo de ermitaños del antiguo templo, que vivían allí y roturaban las tierras para su sostenimiento. Para finales del siglo XVIII se debía encontrar en mal estado de conservación, si bien su final llegó con el desmantelamiento, ordenado en 1794 por el citado Arzobispo de Burgos, don Juan Antonio de los Tueros.