Los mirandeses veneran al anacoreta San Juan del Monte como Nuestro Santo Verdadero, si bien esta figura no es patrón de Miranda de Ebro ni se corresponde con ningún miembro del santoral católico. En realidad, desde tiempos medievales aparece documentada la romería a la ermita de San Juan del Monte, que se refería a un templo que existía en el Monte de Miranda dedicada a San Juan, bajo la advocación del Evangelista. Tal es así, que la tradicional fiesta se celebraba en fecha fija el 6 de mayo, festividad de San Juan ante Porta Latinam, referida sin duda a San Juan Evangelista. Además, hasta los años 80 del siglo XX, la imagen barroca que se veneraba era la de dicho apóstol, una tradicional figura imberbe que, en el antiguo escudo de la Cofradía, se acompañaba también de su Evangelio en la mano y del águila distintiva de San Juan, simbolizando iconográficamente al citado Evangelista. Fue seguramente en los momentos de menor auge de la fiesta cuando comenzó a dibujarse la figura de San Juan del Monte como un ermitaño que habitó en los montes, que en cierta manera enlaza con la existencia de comunidades eremíticas a lo largo de los Montes Obarenes durante tiempos altomedievales. Sin embargo, no hay constancia histórica de ningún personaje concreto. Por tanto, el San Juan del Monte que hoy en día se conmemora en Miranda es fruto del paso de muchos siglos, traspasando de la advocación de San Juan Evangelista a un Santo "propio" denominado del Monte. Santo no reconocido por la Iglesia al no existir constancia de su existencia y estar superpuesto sobre la figura del ermitaño o ermitaños que de la primitiva ermita cuidaban. No por ello su veneración por el pueblo Mirandés y otros pueblos del entorno ha sido  y es menor, gozan del respeto y adoración de los mirandeses que le honran como su Santo Verdadero y patrón, sin importar mayores consideraciones y adjudicandole a sus rezos y puesta de velas propiedades curativas y de protección, principalmente de tipo visual y ocular. La Cofradía actual creada en 1919 designú su día de celebracion el Lunes de Pentecostes,y es la que a fecha actual perdura como día de la Romería al Monte de San Juan.

LEYENDA DE LOS TRES HERMANOS

Cuenta la leyenda que existían tres hermanos: Juan, Felices y Formerio. Decidieron dedicarse a la vida contemplativa como anacoretas, llevando una existencia humilde y alimentándose de lo que les proporcionaba la naturaleza. Pero la necesidad les hacía acudir a los pueblos a pedir limosna, donde se encontraban con otras personas que buscaban lo mismo. En alguna que otra ocasión, se produjeron incidentes entre todos ellos por buscarse el sustento. Alertado por estas acciones, Santo Domingo de la Calzada, quien se decía que actuaba como mentor espiritual de los tres hermanos, les castigó a cada uno a un punto diferente de la geografía comarcal. A San Felices lo envió a los Riscos de Bilibio (Haro), a San Formerio a Pangua (Condado de Treviño) y a San Juan lo mandó a la gruta del Monte de Miranda. De esta forma, no podían volver a hablar y discutir entre sí, pero podían divisar las nuevas moradas de sus hermanos en los montes. Como señal de que permanecían vivos, una vez al año encendían una hoguera desde sus particulares retiros. Y esta leyenda, alimentada por distintas variantes, ha permanecido entre los habitantes de estas comarcas de generación en generación.

Esta bonita leyenda, tiene el inconveniente de no tener coincidencia en el tiempo de los dos acompañantes de nuestro santo verdadero, puesto que San Felices de Bilibio, maestro de San Millan se estima su existencia entre 635-640, mientras que San Formerio, ya sea el nacido y muerto en Cesarea ( Turquía) y traido a la actual España por Santa Colomba o el nacido en Cerezo de Rio Tiron y fallecido por decapitación siendo adolescente, aparecen relatados sobre el 300.

No por ello o por ello mismo, le invitamos a subir hasta la ermita de nuestro Santo Verdadero paa divisar desde ella todo el hermoso espacio donde podemos imaginara los hechos de la leyenda u otros que el paisaje exuberante pero relajante nos inspire.